Message from UFW President Arturo S. Rodriguez regarding the situation in Wisconsin

Someone once said if you "stir up a hornet's nest, no tellin' who's gonna get stung." The expression comes to mind as our union sisters and brothers valiantly resist Republican Gov. Scott Walker's scheme to end collective bargaining rights for state employees in Wisconsin. Gov. Walker is using a state budget deficit--largely caused by tax cuts for the wealthy passed by the Republican-controlled Legislature--as an excuse to strip public workers of their union rights. The fight is spilling over into additional states as other Republican politicians try the same treachery. We in the farm worker movement have also been victims of plots to destroy the right to have a union of our own. Our obituaries have been written many times. But by nonviolently fighting for our lives, the farm workers forged renewed resolve to prevail as well as survive--and won fresh allies and enormous public support we had never previously enjoyed. These partisan attacks on the most basic of union rights in Wisconsin are both a serious challenge and a great opportunity for the U.S. labor movement. The anti-worker, anti-union GOP politicians and political extremists behind these assaults may one day come to regret the hornet's next they have stirred up.

Arturo S. Rodriguez, President
United Farm Workers

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Alguien una vez dijo que si “agitamos un avispero, no sabemos quién va a ser picado.” Esta expresión viene a la mente ahora que nuestros hermanos y hermanas sindicales valientemente resisten el intento del gobernador republicano Scott Walker de terminar con los derechos de negociación colectiva para los empleados estatales en Wisconsin. El gobernador Walker está usando el déficit presupuestario del estado – causado en gran parte por las reducciones de impuestos a los ricos aprobada por una Legislatura controlada por Republicanos – como una excusa pare despojar a los trabajadores públicos de sus derechos sindicales. La lucha se está extendiendo a otros estados cuando otros políticos republicanos tratan la misma traición. Nosotros en el Movimiento Campesino también hemos sido víctimas de esos intentos de destruir nuestro derecho de tener nuestra propia Unión. Nuestro fin se ha escrito muchas veces. Pero luchando sin violencia por nuestras vidas, los campesinos han tenido una gran determinación de prevalecer y de sobrevivir – y ganar nuevos aliados y un enorme apoyo público que nunca antes habíamos disfrutado. Estos ataques partidistas al más básico de los derechos sindicales en Wisconsin, han resultado como un gran reto y al mismo tiempo la oportunidad para el movimiento laboral en los Estados Unidos. Los políticos extremistas republicanos que son anti-trabajador, anti-unión que están detrás de estos ataques pueden un día llegar a lamentar el avispero que han agitado.

Arturo S. Rodriguez